Conservas de pescado y marisco

Conservas Friscos ostenta una posición de privilegio en lo que a materias primas se refiere, entre otras cosas por su participación en una de las más importantes flotas atuneras del mundo.

Todas nuestras materias primas para la elaboración de conservas de pescado y marisco son controladas estrictamente siguiendo la normativa de cada país y según los parámetros de requerimiento internos.

Control de calidad

Nuestro laboratorio dotado de importantes recursos humanos y materiales colabora activamente con los principales laboratorios de referencia, centros de investigación, universidades y administraciones, tanto en elseguimiento de control de calidad de productos como en proyectos de I+D.

A la recepción nuestras materias primas son controladas nuevamente y clasificadas en función de tamaños, calidades y tipologías. Una vez clasificadas y lavadas, se procede al corte del producto en el caso del pescado, al llamado emparrillado y a la cocción. En el caso del mejillón se procede al desconchado, clasificación de vianda, y baño en salmuera.

Ciclo de fabricación

Una vez cocido el pescado, este se pasa a las cintas de limpieza donde manualmente, pescado a pescado se selecciona de forma que en cada lata el consumidor pueda disponer de la parte más sabrosa.

Una vez costado y limpio, el pescado o el mejillón vuelven a las cintas donde es introducido en las latas para añadir la cobertura (Aceite de oliva, Aceite Vegetal, Agua o Salsa Vieira), para posteriormente proceder al cierre de la lata, lavado en lavadora y control de calidad para verificar la idoneidad de los cierres.

Finalmente el ciclo de fabricación se completa con el proceso más importante que garantiza la durabilidad del alimento, y que es la esterilización en autoclave. Mediante un proceso de presión y temperatura nos aseguramos la destrucción o inactivación de los gérmenes capaces de producir toxinas

actividad

Por otra parte es preciso destacar que, las dos características que confiere a la conserva el tratamiento térmico por esterilización: Sanidad y estabilidad, no son modificadas mientras el envase permanezca herméticamente cerrado. Por otro el proceso de esterilización debe ser extremadamente controlado, adecuando tiempos y temperaturas de esterilización al producto y formato de presentación, garantizando de esta forma la estabilidad indefinida del producto envasado, lo que confiere a la conserva el carácter de producto no perecedero. De este modo, se suele asociar a este determinado estado la siguiente frase: “Un producto bien esterilizado no tiene fecha de caducidad”.

La temperatura del autoclave se suele establecer en torno a 121º. Una sobreesterilización afectaría a la calidad del producto final y a una disminución de las condiciones organolépticas

Proceso logístico

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